Ayer hicieron una manifestación en las puertas del edificio escolar.

La mitad de los padres comenzó a no enviar a sus hijos a la escuela por temor a algún derrumbe o como protesta por lo que consideran que es la falta de atención del Consejo Provincial de Educación (CPE).
Como se viene informando, desde febrero, al edificio escolar le aparecieron grietas en varias paredes, las que al ser analizadas por arquitectos e ingenieros son consideradas como fallas estructurales graves.
Hay coincidencias que el problema comenzó a originarse en un ala donde funcionan tres aulas que hace poco más de una década fueron construidas para anexarlas al edificio original. Padres, docentes y vecinos dicen que el terraplén sobre el que fue construida la ampliación no fue bien consolidado.
Cuatro aulas fueron desafectadas de las clases, originando reacomodamiento de alumnos en espacios como biblioteca, sala de sonido y otros espacios, quedando deshabitado ese sector del establecimiento.
La situación también generó una suspensión de las clases en forma rotativa en aulas de 4to a 7mo grado.
Una semana atrás, vocales del CPE que visitaron la escuela junto a funcionarios de la Dirección Provincial del Nivel Primario habían anunciado que al adecuar otro espacio ya no habría suspensión de clases, mientras se seguía esperando por informes técnicos que indicaran los trabajos que se deben realizar.
Pero el jueves una grieta aparecida en toda una pared de otra aula puso nuevamente el alerta. Las grietas se divisan en el lado interior como exterior, por lo que significa el quiebre de la pared en forma completa, incluyendo los bloques con los que fue levantada. Por lo tanto otra aula quedó inutilizada.
Algunos padres comenzaron a sentir temor al conocer el informe de un arquitecto que a su vez es padre del establecimiento, por lo que ayer lunes dejaron de enviar a sus hijos a clases. A la una de la tarde se reunieron en las puertas de la escuela, donde con cartel y cacerolas en mano reclamaron por la presencia de autoridades del Consejo Provincial de Educación, e hicieron una demostración simbólica colocándose junto a las paredes para “sostener la escuela para que no caiga”.
Padres autoconvocados esperaban ser citados a una reunión donde podrían ser notificados que ese sector del establecimiento quedaría desafectado definitivamente para ser sometido a trabajos, y que al menos 7 aulas de alumnos serían reacomodados en diferentes establecimientos educacionales de la ciudad, igual a lo que se hace actualmente en la Escuela 78 de Río Gallegos.
Al cierre de la edición, los padres se reunían en el gimnasio del establecimiento analizando las diferentes variantes.

Martes, 20 de mayo de 2014