A solo cuatro días de la inauguración oficial de la temporada estival, los balnearios de la ciudad ya son blancos de vandalismo, una práctica que parece no tener fin. El sector que comprende el Río Grande amaneció ayer con severos destrozos en las placas de cemento que delimitan la calle Democracia con los locales donde antiguamente funcionaban los bares de verano.

Las roturas de las placas de siding fueron hechas pese a que, por el lugar, circula continuamente el móvil policial de la cuadrícula. Tampoco las cámaras de vigilancia del sector pudieron detectar los desmanes.
El subsecretario de Obras y Mantenimiento de la Municipalidad, Rudy Muccio, indicó que desde la remodelación del balneario Río Grande, a fines del año pasado, se han tenido que restituir al menos unas 70 placas cementicias.
Indicó que desconocidos rompieron, durante la madrugada de ayer, unos 8 paneles que fueron reparados inmediatamente por el personal de mantenimiento de la comuna.
“Se intensificarán los controles con el operativo policial a partir del 15 de este mes con permanencia de efectivos en el balneario. Sería ideal que pudiéramos contar con un destacamento permanente, no solo en el Río Grande sino también en el nuevo balneario de Valentina”, señaló el funcionario. No obstante, reconoció que es “imposible” controlar las 24 horas para evitar que se destrocen las mejoras, sobre todo por la cantidad de gente que concurre a ese espacio público.
“Ahora repusimos las placas de fibrocemento (de 20 x 60 centímetros) y las están pintando, pero ya se han cambiado más de 70. Sin embargo, uno siempre se encuentra con algo roto, si no son los cestos que se roban, son las placas o los aspersores”, comentó Roberto Rojas, empleado municipal que realiza tareas de mantenimiento en el balneario Río Grande desde hace unos 20 años.
Por su parte, el comisario Jorge Betancur señaló que las cámaras que están en el acceso al balneario –sobre la calle Democracia– funcionan perfectamente, pero que no se registraron últimamente actos vandálicos.
“Se hacen rondas durante las 24 horas; tenemos la responsabilidad de acompañar a la gente que viene al río. El operativo con permanencia en la cabecera comenzará el 15, donde habrá personal recorriendo todo la costa, estará la montada con sus caballos y los canes. Además, para la próxima semana, acentuaremos los controles, sobre todo de las motos”, sostuvo Betancur.

Todos buscaron refugio en el río

Provistos de reposeras, lonas y la canasta con el mate, miles de neuquinos coparon ayer todos los balnearios de la ciudad. Alarmados por el anuncio del servicio meteorológico, que había anunciado 38º -pero que finalmente no sobrepasó los 33º-, antes o después del trabajo, todos fueron a la costa a pasar el día.
En el balneario Gatica, el río estaba sembrado de niños que jugaban con pelotas inflables, mientras sus padres tomaban tereré a la sombra. Las nubes atenuaban el calor y en la costa. A las 18, el celular de un hombre que tomaba una cerveza fresca mientras sumergía sus pies en el agua marcaba 32º, algo que más tarde fue ratificado por el Servicio Metereológico como la más alta del día. La única complicación para una tarde casi perfecta se presentaba al llegar. Conseguir un lugar para estacionar parecía una “misión imposible”, pero después de unas vueltas lo conseguían.
Los vendedores ambulantes también aprovecharon el día. Zigzagueando entre sombrillas y reposeras, con bandejas gigantes, algunos ofrecían tortas fritas, churros y roscas a $40 la docena, otros vendían portatermos a $120, y el heladero con la conservadora amarrada a la bicicleta vociferaba su tradicional “palito, bombón, helado”. (La Mañana)

Viernes, 5 de diciembre de 2014