CASO IVANA ACOSTA
“Él me revisa siempre los pinchazos en esta fecha”
Reveladoras declaraciones de Alfredo Acosta, padre de Ivana , a este medio, en relación a las conversaciones previas, mantenidas entre su hija y familiares, como también amigas que había cosechado en el transcurso de su permanencia en la capital santacruceña, como integrante de la Policía Federal.
“Ivana, era chaqueña de la localidad de Pampa del Indio, tenía 36 años era madre de 2 hijxs de 10 y 21 años. Las primeras pericias que se realizaron, caratularon su muerte como suicido y además de ello, dio como negativo que se encontraba embarazada, tras una segunda prueba, su carátula se modificó a muerte dudosa y resultó que en realidad si estaba atravesando un período de gestación”, así presenta el caso la Subsecretaría de Género, Diversidad y Disidencias de la provincia del Chaco. En esta misma presentación, se da a conocer que el hecho, “ocurrió en el Barrio 499 de la ciudad de Río Gallegos, Ivana pertenecía a las fuerzas de la Policía Federal, así como su ex pareja, identificado con las siglas A.G. Este medio entrevistó a Alfredo Acosta, papá de Ivana y expresó: “Nuestros pensamientos están medio desordenados todavía. Ayer, sepultamos a nuestra hija y estamos, en ese lapso de volver a acomodar la casa, acá en Resistencia y preparar el viaje nuevamente, para la próxima semana hacia Río Gallegos de vuelta”. El retorno a la capital santacruceña es “para ultimar trámites y algunas cositas más”, añadiendo que la familia se “presentó como querellante, patrocinados por una abogada puesta por la Subsecretaría de Género, Diversidad y Disidencias, del Gobierno de Chaco”. Al ser consultado en relación a qué fue lo que los hizo presumir que la muerte de Ivana no se debió a un suicidio, como sucedió en un primer momento, indicó: “Porque mi hija, el día 1º de Junio, aproximadamente a las 19.00 horas, estuvo hablando con una cuñada mía, quien vive en el interior del Chaco, y es que siempre hay una tía preferida, a la que se le comenta todo. Bueno, a ella, su tía y a tres amigas de Gallegos, más un amigo de ella, les comentó “, entre el 30 y el 1º, “que estaba embarazada y cuando se enterase su ex pareja, ella tenía miedo de lo que le podría pasar, y oh casualidad, que cuando ella lo invita a cenar, porque si bien cortaron la relación”, continuaban “siendo compañeros de trabajo de la Federal “, agregó. La finalidad de la invitación era “darle la noticia” de su embarazo, pero “pasó lo que pasó” se lamentó el hombre. El padre de Ivana es retirado de una fuerza de seguridad “y no me cae la ficha”, señalando que existen “indicios que se hicieron mal las cosas”. Para aclarar esto último, Alberto , expuso: “el suceso pasó aproximadamente, según lo que me dijeron, entre 21.00 a 22.00 horas. A mí, me avisaron telefónicamente a las 01.45 del día 02 de Junio”. Es claro que uno de los cuestionamientos de la familia de esta efectivo de la PFA, fueron las razones por las cuales “se demoraron tanto, y quien me avisó? La misma Policía Federal. Por los testimonios que recogimos”, para la familia quedó establecido que la pareja de Ivana “era violento y hasta hay mensajes de mi hija que me envió en el mes de enero, vía WhatsApp”, en donde reveló a su padre que “él había cambiado su carácter, la forma en la que estaba en la casa. Si se hablaba de los proyectos mutuos como pareja, él se alteraba y salía. Es más, él venía de una separación, pero siempre veía a su ex. Incluso yo vi una foto en el estado de él, porque lo conocí en tres oportunidades ahí en Gallegos, y me parecía un tipo tranquilo”, y contó que cuando Alberto regresó a Chaco, continuaron sosteniendo la comunicación: “le enviaba mensajes, preguntándole cómo estaba el clima y esas cosas”, pero cuando sucedió esto, le pidió al mismo jefe de la Federal para entrevistarme con A.G., como para saber cuál fue el detonante, si es que fue así”, de una difícil determinación drástica. En relación a su pedido, la Policía Federal “me prometió un par de días, pero hasta el día de hoy, no hubo respuestas”, indicando que la pareja de su hija “no está en Gallegos”, asegurando que “algo esconde, o algo esconden”, lo que genera dudas en el seno familiar de la efectiva de la Policía Federal. Aparte, prosiguió Acosta, “ mi hija tenía proyectos para alcanzar una mejor vida, tenía su terreno, había comprado materiales de construcción para edificar. Era pedicura, era masajista, hacía comidas para vender. No tenía un aire de depresión o de desánimo, para nada”, sostuvo. Todo esto, les da la seguridad a la familia que Ivana no pudo quitarse la vida: “Da la casualidad que cuando le comenta que estaba embarazada, pasa eso” A través de la última comunicación manifestó la angustia que vivía, “y cierto miedo”. En este contexto, recordó que “hay una chica en Río Gallegos, que conoció a Ivana en el 2013 y le dijo –cuando él se entere, me va a mata-r”. Es claro, que la mujer no dejó asentada ninguna denuncia en contra de este hombre porque, y así se lo expresó a su padre – Yo le amaba. Le abrí mi corazón, porque creí haber logrado encontrar al compañero para formar una familia y me equivoqué-. Eso me dijo en enero y mientras me lo decía, él estaba de vacaciones con su ex, en otra parte. Como hombre uniformado que fui, me da la pauta que él le o les vivía a su pareja de turno. Lamentablemente, es así”. La dudas alrededor de este caso persisten y el papá de Ivana explicó que cuando tuvo oportunidad, le preguntó a la abogada qué hubiese ocurrido si los hechos se hubiesen dado de tal manera que el resultado hubiese sido a la inversa, él estaría muerto y mi hija, estaría presa y lógicamente, le hubiesen dado de baja en la institución de la Policía Federal”, lo que le permite deducir a este hombre que no prima la igualdad en la fuerza. En relación a la situación de este uniformado de la PFA, identificado como A.G., dijo: “la primera versión fue que el día lunes 07, viajaba a Buenos Aires para un examen psicológico”, cuestionando que la PFA no contara con personal de ésta área en la delegación de Río Gallegos. “Es más, hay una asistente social que se comunicaba permanentemente de la Federal, consultándonos si necesitábamos asistencia psicológica”, traduciéndose que para esta fuerza la muerte de Ivana está resuelta, pero el padre de la efectivo sostiene: “Se equivocan, porque ahora hicimos el primer paso, que fue traer el cuerpo de ella, darle sepultura y como le dije a mis hijos, recién ahora es como que la sangre me está hirviendo, así que vamos a ir con todo. Este hombre indignado con la fuerza, reiteró que él mismo, tiempo atrás perteneció a una fuerza, y no puede ser que por ser una uniformada mujer, se haga cualquier cosa. Advirtiendo que “lamentablemente, en toda institución uniformada, los jefes tapan mucho”, recordando que cuando llegaron a la ciudad de Río Gallegos, “fuimos a la delegación y el jefe interino, porque el titular estaba de vacaciones. Este hombre sin conocernos y sin saber, cual era mi pasado, mi profesión, incentivó en dos oportunidades la cremación del cuerpo de mi hija, queriendo limpiar todo, cuando nosotros ni habíamos visto el cuerpo. Recién el lunes pudimos verlo” Las circunstancia mencionadas con anterioridad le dan la pauta a este hombre, que su hija no se quitó la vida: “no fue un suicidio, a lo mucho habrá sido instigada” para que tome esa drástica determinación. No es verdad que la hija de Ivana se encontrara en la casa: “mi hija llama el día 1º, a las 18.15 horas acá, a Resistencia, al teléfono de la madre, pero mi señora estaba hablando con mi celular con una hermana del campo. Así que, contesto el llamado y le digo –Ivana, mamá está hablando por teléfono con la tía, después te va a llamar”. Entonces, aprovecha la ocasión para preguntar por su nieta, e Ivana le respondió: -a S. la dejé en la casa del padre, mañana a la tarde la voy a retirar. Vengo a casa porque voy a hacer una cena-, pero “no nos dijo a quién le iba a hacer la cena y cortó. Después, llamó mi señora pero le daba ocupado, porque Ivana ya estaba hablando con la tía del interior”, a quien le confió lo qué le estaba pasando, y es que la preocupación de Ivana surgía ante le postura de su pareja para que aborte, cuando ella no quería hacerlo y el temor por estas apreciaciones opuestas en los dos integrantes de esta relación. “Éste fue el último contacto telefónico con ella”. Para el padre de Ivana, su hija sostenía con firmeza que este hombre no quería tener un hijo con ella: “Aparentemente, si, por los dichos de ella. Es más, hay una amiga de ella, que se dio a conocer con nosotros, que es enfermera y es la que se ocupaba de colocarle la inyección anticonceptiva, y la última vez, mi hija le dijo –pinchame nomás, pero no me coloques nada porque, él me revisa siempre los pinchazos en esta fecha. Para mí, es una violencia psicológica. Entonces, se me hace que ella vivía con miedo”, y parafraseó las palabras de su hija: “-Papá, lo peor es que yo lo amo-, pero no por eso se puede abusar la otra parte”. Ivana hacía cuatro años había ingresado a la fuerza, en tanto su pareja que hoy debería estar en la mira, es un suboficial, que probablemente sea integrante de la Policía Federal más de una década. La cabeza de la familia de Ivana, exige que se haga justicia, pero adelantó “que si hay otro cómplice intelectual, debe caer también”. Aseverando que existe en este hecho otra persona involucrada: “por mi experiencia en la fuerza a la que pertenecí, y cómo se manejan ahí, sí. Creo que sí”, indicando que este tercer involucrado ayudó a la pareja de Ivana a recrear un posible escenario de la muerte de la mujer policía: “por eso reitero, hay un lapso de tiempo que no cierra, que pudieron utilizar para limpiar todas las cosas. Es más, cuando ocurre el hecho no se llama a la ambulancia, ni a la Policía de la Provincia de Santa Cruz, llaman a la Policía Federal y viene el segundo jefe con un patrullero de la Federal, y después más tarde aparece la policía local. Cuando en Gendarmería, cuando pasa una cosa de este tipo, automáticamente interviene la Federal”.
Domingo, 4 de julio de 2021
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