El juez Oldemar Villa salió para tranquilizar a los vecinos, y brindó declaraciones.

La mujer arribó antes del mediodía y, tras permanecer varios horas declarando, sufrió una descompensación previo a la rueda de reconocimiento y debió ser trasladada nuevamente al Hospital Zonal de Puerto Deseado. Los médicos aguardan que si situación mejore para retornar al edificio judicial y aporte más detalles que permitan avanzar con la investigación, que hasta el momento no tiene ningún detenido.

Villa salió por la mañana para tranquilizar a los vecinos que llegaron hasta el juzgado para reclamar justicia. “Está muy shockeada, es una persona con una entereza increíble”. El juez confirmó que la rueda de reconocimiento implica a “cuatro personas, pero puede variar ese número”.

Los dos sospechosos que estaban presos fueron liberados luego que el fiscal Horacio Quintero no hallara pruebas contundentes que los comprometiera con el asesinato del nene y el abuso de la mujer. Uno de ellos había sido apresado este viernes en Puerto Deseado y el otro en Caleta Olivia a raíz del identikit que elaboraron los investigadores tras la primera declaración de la víctima.

Respecto a las muestras de ADN, el juez explicó que “los resultados tardan entre 15 y 20 días. Si me lo puede apurar el laboratorio de Río Gallegos sería bárbaro. Evidentemente hay un componente de sexismo importante. De odio hacia el sexo femenino. El robo creo que fue una consecuencia”, indicó Villa.

“No tienen ningún problema en hacer daño a la gente, ninguna empatía”, completó el juez, refiriéndose a los dos asesinos que violaron a la mujer. En diálogo con TN completó: “Toda la provincia de Santa Cruz está colaborando”.

En esa oportunidad, hizo una descripción quien fue su abusador: un hombre de entre 25 y 30 años con secuelas de acné, baja estatura, no más de 1,65 metro, delgado, con una posible lesión en la cara producto del golpe con una piedra que recibió de su víctima.

Su cómplice, el que retuvo al nene mientras era violada, tendría 20 años o menos, estatura similar al abusador, pelo ondulado. El primero vestía jeans, el otro joggings. Los dos vestían buzos con capucha.

M.M. aseguró que dos hombres la amedrentaron con un cuchillo mientras paseaba con su hijo. Y a pesar que ella se defendió arrojándole una piedra a uno de ellos, finalmente la redujeron. Así, la llevaron a una cueva. Uno la violó, mientras otro sostenía un cuchillo sobre la garganta del nene. Dijo que la maniataron con los cordones de las zapatillas del chico y que le metieron sus medias en la boca.

Según su relato, uno de ellos dijo: “No quiero volver en cana. Hay que matarla”, según información de la causa a la que accedió Infobae. Así, la golpearon con una piedra en la cabeza, varias veces. Luego, perdió el conocimiento.

La víctima de la violación es una turista salteña de 44 años. A su hijo, de 4 años, lo mataron y lo arrojaron por un acantilado. Había viajado desde Salta para visitar a su hijo mayor

Al poco tiempo despertó y comenzó a caminar para buscar a su hijo, que no estaba junto a ella. Tras su testimonio comenzó un rastrillaje en la zona de Punta Cavendish: el cuerpo del nene estaba sin vida sobre las rocas producto de politraumatismos de cráneo realizado con un elemento contundente que causó la muerte.

El viernes por la noche, la pareja y un hijo de M.M. aterrizaron en el aeropuerto chubutense de Comodoro Rivadavia y fueron trasladados por el intendente de Puerto Deseado hasta la ciudad santacruceña, en un vuelo que comenzó en Salta con una escala en Aeroparque.

En tanto, una hija mayor de M.M, oriunda de Rosario de la Frontera, voló por su cuenta y también se dirigió al lugar. El Gobierno de Santa Cruz colaboró con el costo de los pasajes. La víctima había llegado a esa ciudad para visitar a su hijo mayor, un militar destinado al Regimiento de Tanques Nº 9.

M.M., por su parte, continúa con apoyo psicológico y rodeada de sus afectos. (Fuente: Infobae)

Sábado, 22 de febrero de 2020