Ana Taviansky, regenteadora de la localidad de Puerto San Julián, y Andrea Tallarico, empleada municipal de esa ciudad, fueron condenadas a la pena de cinco años de prisión por el delito de: "Trata de Personas con fines de explotación sexual".

Los jueces federales de la Cámara Oral Federal de Río Gallegos, juzgaron y condenaron la semana pasada, a Ana Taviansky por ser autora penalmente responsable del delito de: “Trata de personas con fines de explotación sexual, doblemente agravada por la situación de vulnerabilidad y la cantidad de víctimas a la pena de cinco años de prisión de cumplimiento efectivo, y como ya se encuentra cumpliendo una pena de siete años de prisión impuesta por Tribunal Oral Federal de Tucumán y lo dispuesto por el art. 21 del CPPN, firme la presente oficiar la misma acompañando testimonio de la presente, a los fines de la unificación de ambas penas.

En tanto Andrea Tallarico -empleada municipal- fue condenada por ser autora penalmente responsable del delito de: “Trata de persona con fin de explotación sexual en la modalidad de acogimiento, agravada por una situación de vulnerabilidad”, a la pena de cinco años de prisión de cumplimiento efectivo, manteniendo el beneficio de excarcelación del que goza, hasta que el fallo quede firme.

¿Qué dice el expediente?

La causa por la cual las dos mujeres fueron juzgadas en un juicio abreviado, data del 16 de marzo del año 2015, cuando a través de un llamado anónimo una persona se comunica con la Dirección Nacional de Rescate y Acompañamiento de Personas Damnificadas por el Delito de Trata del Ministerio de Seguridad de la Nación, da cuenta de una posible situación de explotación sexual en el local “El Lobito”, estarían siendo explotadas seis mujeres, que serían mayores de edad, y se encontrarían en muy mal estado, encerradas en una habitación, y tres de ellas se encontrarían: “con los ojos dados vueltas, como drogadas”, señalando que la dueña del local sería Taviansky, que le alquilaría el local a Andrea Leyes, y que la hija de ésta sería la encargada del prostíbulo.

La investigación estuvo a cargo del personal de Prefectura Naval, quienes determinaron que la dueña era Taviansky, que además era titular de la habilitación comercial de “El Lobito”, siendo la encargada del mismo Marta Leyes; comprobándose que en el mismo trabajaban mujeres como “alternadoras” o “coperas” y que las mismas rotaban con el local nocturno “PA Y PE”, propiedad de Tallarico, de calle Mitre, entre Vélez Sarsfield y Mariano Moreno de la misma ciudad. Como así también constataron que en la parte posterior del inmueble donde funcionaba “El Lobito” existían dormitorios comunicados con el local mediante un pasillo, y que el trabajo de las mujeres consistía en ofrecer una copa a los clientes, para posteriormente proponerles sus servicios sexuales.

Jueves, 4 de abril de 2019