Un micro de larga distancia de la empresa Autotransportes Andesmar que ayer salía con su pasaje completo desde Comodoro Rivadavia con destino a Río Gallegos, sufrió el desprendimiento de las ruedas duales de uno de sus ejes traseros. Gracias a que circulaba a baja velocidad, el accidente no pasó de un susto, pero pudo convertirse en tragedia si ello hubiera ocurrido en ruta abierta.

El serio percance de la unidad N° 5235 se registró alrededor de la una de la madrugada, aproximadamente 10 minutos después de su partida de la Terminal de Ómnibus, cuando aún no había abandonado el área urbana y circulaba por el tramo final de la Avenida Eva Perón para ensamblar la Ruta Nacional N° 3.

A menos de 200 metros de tomar la rotonda ubicaba en inmediaciones del puerto Caleta Paula, los pasajeros sintieron un fuerte golpe y un cimbronazo: las ruedas del lado izquierdo de uno de los dos ejes traseros se habían deprendido. Una de ellas cruzó la cinta asfáltica y la otra quedó atrapada en el chasis.

El micro circulaba a no más de 60 Km/h y el chofer reaccionó rápidamente, girando el volante para detener la unidad sobre la banquina derecha, aunque igualmente no alcanzó a salir totalmente de la calzada. Sin embargo, evitó males mayores.

Luego del susto, los pasajeros descendieron y alguien iluminó con una linterna el eje donde estaban las ruedas, notando que faltaban algunos tornillos de la campana y que otros estaban quebrados.

Pero además el eje contiguo solo tenía una rueda, que la fue la que soportó todo el peso de la sección trasera izquierda del micro.

Para los viajeros, muchos de ellos procedentes de Mendoza, este viaje distaba mucho de los buenos augurios que refleja la atractiva frase promocional de la empresa: “déjate llevar”.

Es que, contaron, era el tercer micro que abordaban. El primero tuvo problemas de neumáticos en una ruta de La Pampa, el segundo acusó fallas de motor cuando salía de Comodoro Rivadavia y al tercero (el que salía de Caleta) se le deprendieron dos ruedas, por lo cual rogaban que al cuarto que tenían que trasbordar no le pasara nada.

De todos modos, uno de ellos dijo que a pesar de todo lo sucedido “en verdad tenemos que ser agradecidos porque esto último sucedió en la zona urbana cuando el micro iba despacio y sentimos un sacudón. Si hubiera ido más rápido, podríamos haber volcado».

FALTA DE CONTROLES Y PROBLEMAS ECONOMICOS

El accidente sucedido en Caleta Olivia dejó al desnudo serias falencias que no solo son responsabilidad directa de esta empresa originaria de Mendoza, en lo que respecta a mantenimiento y revisión periódica de sus unidades.

En consecuencia es evidente que también son deficientes, cuando no nulos, los contralores de seguridad que debe realizar alguna de las áreas específicas que dependen del Ministerio de Transporte de la Nación que depende de Guillermo Dietrich.

Además, ahora se abonan más las versiones de que Andesmar está afrontando una fuerte crisis financiera y económica que en gran parte se atribuye a la quita de subsidios nacionales a empresas de transporte de pasajeros, tanto urbanas como de media y larga distancia, con el propósito de favorecer a las low cost aéreas.

Por ello cada día suenan con más fuerza dos supuesta alternativas que tendrían sus directivos: vender la empresa o reducir sus recorridos el país, lo cual podría afectar a gran parte de las ciudades patagónicas.

En ese punto, hace pocas semanas ya era vox populi entre empleados de oficinas de otras empresas que funcionan en la Terminal de Ómnibus local que Andesmar tendría pensado llegar solamente hasta Trelew.

“Algo de eso hay”, dijo en su momento a El Patagónico el chofer de una unidad de la misma empresa estacionada en plataforma, añadiendo que las grandes distancias que deben cubrirse en la zona austral hoy ya no resultan rentables. (El patagonico)

Viernes, 15 de febrero de 2019