Rio Gallegos - Santa Cruz. 23 de Noviembre del 2024
LEGALIZACIÓN ABORTO

El aborto y la niña

La niña llega sangrando al hospital, su rostro asustado tiene gotas de frío familiar y aroma a violencia, sus lágrimas son de abandono, de exclusión, de desamor, de incomprensión, en la guardia hay un formulario, sus muñecas tiemblan, nadie la ayuda, es frágil, no puede enojarse, no le sale, aun no es adulta.



Por Pedro Silva


El hospital es un mundo, la rodean ancianos desvencijados, sillas de ruedas oxidadas, la niña observa que nadie la ve, que todos son uno, los enfermos, los que están igual o peor que ella, son un número, vuela la ceguera cultural de un mundo egoísta, y el formulario con miles de preguntas y las miradas acusadoras de los administradores, "debe haber abortado".

Tuvo miedo de contarlo, tuvo miedo de tenerlo, tuvo miedo de vivir, tuvo miedo de caminar, de soñar y esperó y esperó, y la espera es tiempo y el tiempo tirano, que carcome la propia conciencia de quien se esmera en frenarlo. Llegan los médicos, los dolores aumentan, no quiere gritar, pero los quejidos son profundos, no quiere molestar.

Ella lo amó como nadie, tuvo ganas, no pudo resistir, nadie le enseñó a cuidarse ni porque hacerlo, ella vio en aquel momento de pasíon adolescente el único refugio de un mundo inquieto, perverso, un mundo en el que no estaba cómoda, y allí sobre los brazos de un pequeño adonis con la ilusion de perderse en el tiempo, vieron la luz del amor y nadie pensó, porque nadie piensa en ese instante, ni que tanto amor pudiera desembocar en tanto dolor.

Hay alfileres en su vientre, porque no hubo nadie, intentó con pastillas y algunos antìdotos caseros, luego con el clandestino del barrio, ese que le recomendaron, pero que a veces fallaba. El hombre que ejercía y vacacionaba en Miami gracias a los abortos clandestinos, pero algo falló y la hemorragia afloró.

En su último respiro con el susurro de los cirujanos en su pecho, supo que alguna vez existió un mundo más justo, en donde ninguna creencia sería capaz de acabar con dos vidas al mismo tiempo, porque con una educaciòn para prevenir, usar anticonceptivos o un estado para contener el aborto todo pudo haber sido diferente.


Miércoles, 8 de agosto de 2018


 
 


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