ARA SAN JUAN
La jueza Yáñez admite demoras y les pide paciencia a los familiares
A pesar de haber habilitado la feria judicial para investigar durante enero las causas de la desaparición del ARA San Juan, la jueza federal Marta Yáñez no está pudiendo avanzar tan rápido como lo desean los familiares de los 44 tripulantes del submarino.
En diálogo con Clarín, Yáñez explicó que en la dependencia que dirige se tramitan muchas otras causas además de la del San Juan y que parte del personal está de vacaciones, por lo que es difícil lograr progresos significativos. De hecho, a raíz de la tardanza, Luis Tagliapietra, padre del teniente de corbeta Alejandro Damián y abogado querellante en la causa, viajó la semana pasada a Caleta Olivia con el objetivo de agilizar el desarrollo de la investigación. Ayer, en la Base Naval de Mar del Plata, luego de reunirse con el jefe interino de la Armada, José Luis Villán, familiares de los tripulantes reclamaron que siga la búsqueda. “Hay mucho conflicto social en las rutas de esta provincia y todo se deriva a nuestro juzgado. De todas maneras, la semana pasada recibí más documentación de la Armada que estamos terminando de relevar”, agregó la magistrada, quien por ahora mantiene la carátula de “averiguación de ilícito”. Respecto a las declaraciones testimoniales de testigos, que se esperaba arrancaran a principios de mes, Yáñez dijo que “todavía no hay una fecha exacta” (para su inicio), aunque sería “en los próximos días”. Y se negó a adelantar los nombres de las personas a las que piensa llamar: “Los preservo, porque si salen a la luz pueden ser presionados por la Armada. No puedo dar ningún paso en falso”. Según trascendió, las primeras testimoniales estarían vinculadas con el contenido de las comunicaciones que había mantenido el submarino en sus tres últimos viajes y con las tareas de mantenimiento del buque. Yáñez quedó a cargo de la causa porque tanto la última comunicación del submarino como la presunta explosión registrada a bordo ocurrieron en aguas del Mar Argentino que están bajo su jurisdicción.
62 días En los 60 días que pasaron desde que el ARA San Juan emitió su último mensaje, la Armada –apoyada por una coalición de 12 países– centró el operativo de búsqueda en un área de 40 kilómetros de radio alrededor del lugar donde presuntamente se detectó una “anomalía electroacústica consistente con una explosión”. Allí, en ese enorme sector del Atlántico Sur, que ya fue rastrillado más de dos veces, los equipos de más avanzada tecnología investigaron decenas de “indicios” en el fondo del mar, pero todos terminaron siendo descartados. A dos meses de la desaparición, nadie sabe dónde está el submarino y el operativo parece haber llegado a un callejón sin salida. ¿Por qué no lo encuentran? Tanto los familiares de los 44 tripulantes como expertos en navegación consultados por Clarín creen que la respuesta es tan simple como contundente: consideran que no lo estarían buscando en el lugar correcto. “Hace tiempo venimos pidiendo que amplíen la zona de búsqueda. Tienen que reconocer de una vez que la hipótesis (la explosión) en la que se basaron para diagramar el operativo está errada. Cuando el embajador de Estados Unidos anunció que retiraban el buque Atlantis después de haber barrido dos veces el área que asignó la Armada dejó en claro que el submarino está en otro lado”, dice Luis Tagliapietra, padre del teniente de corbeta Alejandro Damián y abogado querellante en la causa judicial que se tramita en Caleta Olivia. El letrado dijo que las autoridades de la Armada “no dan respuestas”, por lo que intentará reunirse directamente con el ministro de Defensa, Oscar Aguad, y con el nuevo Jefe del Estado Mayor General de la Armada, el vicealmirante de Infantería de Marina José Luis Villán, para pedirles cambios en la búsqueda. Para Fernando Morales, perito naval y presidente de la Liga Naval Argentina, existe la posibilidad de que el San Juan haya estado navegando “a media agua, en una altura indeterminada” y que, tras la explosión, “se haya derivado por la corriente y alejado hacia otra zona”. “Los sonares que se usan en la búsqueda son muy efectivos. Se detectaron muchísimos indicios, incluso tanques de aceite más chicos que el submarino”, agregó el experto. “La conclusión es que se niegan a admitir que pueda estar más lejos. No les queda otra que extender el área de búsqueda. De hecho, los rusos ya manifestaron su enojo en Cancillería porque la Armada no les dejó buscar en otro lado”, reveló Morales.
Miércoles, 17 de enero de 2018
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