El gobierno de Cambiemos intenta desviar el foco de atención de la realidad que vive el argentino en las calles, imponiendo sus propias leyes y mostrando a la opinión pública solo el lado de la moneda que más le conviene. Luego de aprobar la Reforma Previsional, el descontento de millones de argentinos que ven seriamente perjudicado su sistema de jubilación, aportes, canasta básica, entre otros; rápidamente se expresó en forma espontanea en la noche de ayer en todo el país. Mientras, para el gobierno de Cambiemos la noticia es otra, la de los que "tienen la culpa", pero "la otra culpa" no la dicen y ni la cuentan.

Una de las estrategias fue lisa y llanamente la mentira como recurso eficaz, porque el discurso de Mauricio Macri previo al ballotage que lo determinaría presidente de la Nación, era "si a esto, no a esto"; pero cuando se hizo cargo del país, todo lo que prometió hizo lo contrario e inició su mandato con una serie de medidas que comenzarían a ser determinantes, sobre todo las que atentan contra el desequilibrio y la inestabilidad social como en el caso de esta reforma que incide en forma directa en 17 millones de personas, pero que luego en efecto dominó repercutiría en el resto de los sectores y ámbitos de la sociedad de los 44 millones de argentinos.
Mientras todo esto sucede, el foco de atención es otro, los que tienen "la verdadera culpa", pero la "otra culpa" no la dicen y ni la cuentan.
Una vez más, las decisiones desacertadas del Gobierno de Cambiemos, encabezado por el presidente Mauricio Macri, no fallaron en favor del pueblo y mediante un "SI" a la reforma de la Ley Previsional, el recorte y el ajuste será hacia los sectores más vulnerables.
También sus referentes políticos, sociales y sindicales, generan los mecanismos para distraer esa opinión pública desviando la atención a la persecución política a funcionarios de la anterior gestión y sin su debido proceso.
Macri le dijo a los argentinos "SI" y luego hizo "NO".

Martes, 19 de diciembre de 2017