La confesa responsabilidad de Miguel Angel Pallalaf en el rapto, violación y asesinato de Yasmin Chacoma podría ser una estrategia para que los acusadores desistan de la presentación de pruebas. Es que sólo su declaración no es suficiente para una condena. Por lo tanto hoy se avanzará con las testimoniales previstas, aunque podría prescindirse de las menos relevantes para acortar los tiempos del debate.

Tal como lo anticipó Diario Patagónico, comenzó ayer el juicio oral contra Miguel Angel Pallalaf. Está acusado por el rapto, violación y asesinato de la niña de 11 años, Yasmin Chacoma, cometido el 14 de setiembre de 2013. La chica fue raptada sobre las 21 de ese día cuando asistió a comprar a la sucursal de la avenida Chile de La Anónima, situada frente a su casa, en momentos en que el supermercado se aprestaba a cerrar sus puertas.

El acusado, que viene cumpliendo prisión preventiva en una comisaría de Trelew, llegó a la Oficina Judicial de Comodoro Rivadavia bajo una fuerte custodia policial y protegido con un chaleco antibalas; sin barba y con el cabello rapado.
El tribunal que fue integrado por los jueces Mariano Nicosia, Américo Juárez y Miguel Angel Caviglia, permitió la presencia de la prensa hasta que la defensora pública, Cristian Sadino, solicitó su retiro. En tanto que la parte acusadora fue representada por los fiscales generales, Liliana Ferrari y Adrián Cabral, en conjunto con el funcionario de Fiscalía, Martín Cárcamo.

Fue la titular de la agencia de delitos contra la integridad sexual, Liliana Ferrari, quien tomó la palabra en la apertura del debate, para dar a conocer la teoría del caso que se representó el Ministerio Público Fiscal.

Allí le hizo saber a las partes que a lo largo del debate, junto a sus colegas que la acompañaron en la sala, probaría que Miguel Angel Pallalaf fue el autor del rapto en concurso real con abuso sexual con acceso carnal, en concurso real con homicidio criminis causa que sufrió Yasmin Chacoma el 14 de setiembre de 2013, detallando las circunstancia de modo, tiempo y lugar que debidamente completaron la acusación oportunamente presentada al concluir la investigación.

Homicidio criminis causa significa cuando alguien comete un asesinato para ocultar otro delito, lo que puede llegar a implicar una pena de prisión perpetua.

CONFESION

Una vez finalizado el relato de la acusadora pública, la defensora oficial solicitó un cuarto breve intermedio porque su asistido había tomado la determinación de prestar declaración, algo que fue resuelto por el tribunal haciéndole lugar y al retomarse el acto se escuchó la confesión: “reconozco mi responsabilidad en todos los hechos que se describieron en la acusación”, resumió Pallalaf y sorprendió a las pocas personas que se encontraban en la sala.

La confesión, que pareciera ser suficiente como para dar terminado el juicio, podría ser una estrategia para conducir al error a los acusadores. Es que con su propia declaración en contra no basta para arribar a la condena porque como cualquier otro hecho que es juzgado se requiere un grado de certeza suficiente.

Por tal motivo, los fiscales continuarán con la presentación de la prueba testimonial y documental que minuciosamente prepararon para esta instancia, aunque se prescindiría de algunos testimonios de menor relevancia para reducir el plazo de debate.

En consecuencia, ayer declaró la mamá de Yasmin; también lo hizo un policía de la Brigada de Investigaciones; un vecino que aportó una de las cámaras con filmaciones que permitieron avanzar en la investigación y otro hombre que llegó desde Salta a dar su testimonio. Se trata de alguien que al momento del hecho vivía en el barrio 30 de Octubre y el 14 de setiembre, casi al horario de cierre de La Anónima, ingresó al salón cuando también lo hacía la niña, coincidiendo también el egreso. En ese último tramo dijo que a la nena se le acercó un hombre que le mostró un papel y ambos se fueron juntos por la avenida Chile. (Chubut)

Jueves, 19 de marzo de 2015