Miguel Pérez, vecino de Río Turbio, volvió a relatar su padecimiento por la imposibilidad de ver con regularidad a su hija, ya que la madre le impide tener contacto asiduo con ella. “Desde que se estipuló el último régimen de visita, jamás se cumplió por las objeciones de la madre”, aseguró.

“Estamos por entrar en el cuarto mes del año, y pese al régimen de visita, sigo sin ver a mi hija. Tuve que averiguar por medios propios a qué escuela va. De hecho, me enteré que la madre firmó un pedido que indica que nadie pueda retirar a la nena de la escuela, salvo ella. Pienso que, como padre, tengo derecho para verla. Como método de protesta, estoy utilizando mi vehículo para poner mi caso como ejemplo. No me voy a quedar quieto y voy a seguir luchando por mis derechos y los de mi hija”, le contó Pérez a Patagonia Nexo.
El vecino indicó que la Justicia no ha arrojado resultados de ningún tipo desde hace seis meses, por lo que todavía no cuenta con una determinación para poder encaminar favorablemente su caso.
Según relató Pérez, la madre de su hija ejerce sobre ella el síndrome de alienación parental, es decir, “le ha inculcado aspectos negativos hacia mi, y por eso, la nena no quiere venir conmigo, porque está manipulada”. “Desde que se estipuló el último régimen de visita, jamás se cumplió por las objeciones de la madre. Espero novedades judiciales al respecto y resolver un litigio que, a la única que perjudica, es a mi hija”, sostuvo. (Patagonia Nexo)

Lunes, 30 de marzo de 2015